lunes, 4 de abril de 2011

Swap, lobo con piel de cordero.


Imaginemos que adquirimos un swap. No sabemos lo que es, pero con ese nombre tan mono, ¿quién se resiste?.
Cuando busqué “swaps” en Internet, ¡encontré de todo!, película, videojuegos, términos informáticos…¡hasta una canción! pero su denominador común era el significado de esta palabreja tan graciosa; intercambio.
Pero…¿qué es un swap dentro del mundo financiero?, pues si habéis leído mi anterior post sobre los derivados financieros, sabréis que se pueden hacer distintos contratos dentro de ellos. Pues bien, los swap son el contrato financiero en el que dos partes acuerdan intercambiar flujos de caja futuros, en definitiva, son unos contratos que tienen como objetivo satisfacer las necesidades determinadas de aquellas dos partes que firman en contrato. En este contrato podemos diferenciar dos partes fundamentales para cada uno de los contratantes: el compromiso de pago de dinero en el futuro y el compromiso de cobro de dinero en el futuro
Vemos que parece un contrato muy interesante, ¿pero para qué sirve exactamente nuestro nuevo y flamante swap? El swap es, en otras palabras, un mecanismo de cobertura que permite cubrir los riesgos de mercado, solvencia y liquidez, y como bien dice la afamada wikipedia se utiliza principalmente para reducir los costes y los riesgos financieros, es decir, para disminuir los cambios de moneda y de los tipos de interés.  Además, este tipo de contrato presenta dos utilidades fundamentales:
-Cambiar bienes o recursos futuros, puede interesar para el negocio intercambiar durante un tiempo bienes o recursos que generarán por otros bienes o recursos necesarios para la actividad o bienestar.
-Especulación - al igual que la especulación en otros activos, se  entra en un swap si la visión es que los bienes que se recibirán en el futuro van a suponer un mayor valor que los bienes que se entregan en el futuro.

Para conocer mejor a nuestro swap, tendremos que saber de qué está compuesto, ¡gracias gestiópolis!:
-Originador: es el que necesita cubrir algún tipo de riesgo y por eso utiliza la sustitución de títulos. Toma la posición de vendedor principal del primer título y comprador final del último. Es necesario que las sociedades comisionistas de bolsa obtengan comunicación por parte de ese cliente en la que exponga que conoce todas las condiciones y está dispuesto a realizar dichas operaciones.
-Agente volteador: tiene la función de intermediario. Solo puede comprar los títulos en posición definitiva cuando sea autorizado por el originador.
-Tercero: es el que compra el título que dio origen a la operación de swap y el que vende el título que sustituye al título del originador.

Ahora que ya sabemos para qué sirve y de qué está compuesto nuestro swap, nos encontramos en la tesitura de determinar su valor…para valorar a nuestro swap, usaremos esta formulita:

Esta formula es la denominada técnica del arbitraje. Consiste en replicar los flujos del swap mediante instrumentos simples de forma que la agregación de la valoración de los instrumentos simples será el valor económico del compromiso en su conjunto
Ésta función representa la suma del valor en el que se inicia los compromisos futuros que incorpora el swap. Los datos que hay que tener en cuenta a la hora de valorar un swap:

-Si Ft es positivo (> 0): representa un compromiso de cobro.
-Si Ft negativo (<0): representa un compromiso de pago.
-Si Ve es positivo (>0): “fecha de hoy” quiere decir que la valoración de los compromisos de futuros de cobro son mayores que los compromisos de futuros de pago.
-Si el Valor Actual es positivo (>0): no hay pérdidas para nadie.
-Si el Valor Actual es negativo (<0): el contraparte de verá pagarnos el VA, si no es así no nos interesaría entrar en un swap.
-Si el Valor Actual es igual a 0: la transacción efectuada va a ser justa para ambas partes.
El swap debe tener un valor económico, este valor económico nos muestra en cualquier momento del tiempo la cantidad que debe pagar o recibir para poder entrar o salir del contrato.
Por ser el SWAP es un mecanismo de cobertura que permite cubrir los riesgos de mercado, solvencia y liquidez, en la realización de cualquier operación SWAP se deberá indicar la clase de riesgo que está cubriendo el originador del SWAP, teniendo en cuenta lo siguiente:
-Riesgo de Mercado, se trata de las variaciones que pueden producirse en el mercado tanto de tipos de interés como de tasas de cambio respecto a lo establecido en principio. 
-Riesgo de Solvencia, se trata de la contingencia de perdida por la variación de la estructura financiera del emisor de un título valor, que pueda generar disminución en el valor de la inversión o en la capacidad de pago, de los rendimientos o del capital de la inversión.
-Riesgo de Liquidez, este riesgo considera la necesidad del tenedor del titulo valor de hacer líquido un titulo de largo plazo, originando una posible pérdida o ganancia.
-Parágrafo, el tipo de riesgo deberá ser informado a la Bolsa al momento de ingresar los títulos al sistema de negociación.

En cuanto a los tipos de swaps, nos encontramos con varios:
-Swaps de tipos de interés: este tipo de Swap es el más común y busca generarle mayor liquidez a una de las partes involucradas en la operación, mientras que la otra parte  recibe ganancias sobre las adquisiciones aunque a un plazo mayor. Las partes tienen en cuenta también los valores y los plazos, por lo general se intercambian intereses de tipo fijo a variable o viceversa, involucrando un riesgo como el de cualquier operación financiera.
-Swap de divisas: es un contrato financiero entre dos partes que desean intercambiar su moneda principal en diferentes monedas, por un periodo de tiempo acordado. Durante el período de tiempo del acuerdo, las partes pagan sus intereses recíprocos. Este servicio, rompe las barreras de entrada en los mercados internacionales, suele realizarse a través de intermediarios, sin embargo su coste sigue siendo menor que sin la operación de Swap
-Swaps sobre materias primas: en este tipo de transacciones la primera contraparte realiza un pago a precio unitario fijo, por cierta cantidad de alguna materia prima, luego la segunda contra parte le paga a la primera un precio variable por una cantidad determinada de materia prima, las materias primas involucradas en la operación pueden ser iguales o diferentes. Esta última puede entrar a negociar precios, calidad etc., de las materias primas, ya que es la parte que asume mayores riesgos.
Para las empresas es mucho más favorable realizar estas transacciones ya que evitan el riesgo de crédito, asumiendo solo riesgos de mercado.
-Swaps de índices bursátiles: el mercado de los Swaps sobre índices bursátiles permite intercambiar el rendimiento del mercado de dinero por el rendimiento de un mercado bursátil, este rendimiento se refiere a la suma de dividendos recibidos, ganancias y/o pérdidas de capital.
Pero como pasó con los warrants, nos encontramos ante un producto en teoría ideal, pero con grandes taras en la práctica. De ahí surge el problema de las hipotecas; Aunque en su origen este tipo de productos financieros no están dirigidos a las hipotecas, hace un par de años, cuando el Euribor toco su máximo (5,3%), los bancos y cajas comenzaron a venderlos a sus clientes, los propios hipotecados.
Esta permuta financiera, no aparece en las escrituras ni en el contrato hipotecario en sí. Se firma en un documento anexo durante cualquier momento de la vida del préstamo hipotecario. Con ella, el hipotecado se asegura pagar un interés fijo máximo durante un periodo de tiempo aunque el nivel del Euribor esté muy por encima.
Sobre el papel, es un buen producto. Y más si tenemos en cuenta que la entidad abona la diferencia al cliente cuando el Euribor es superior al tipo de referencia pactado. El problema llega cuando los tipos de interés bajan considerablemente, como ha ocurrido, ya que entonces el cliente debe abonar al banco el interés fijo por su hipoteca más la compensación por la bajada del tipo de interés.
Este tipo de Swap ha traído muchos problemas a las entidades financieras; que actualmente no lo ofrecen; ante la bajada del Euribor, los clientes comenzaron a protestar e interponer demandas porque no entendían que tuvieran que pagar su hipoteca con un interés mayor y encima una compensación; la causa de esto era que los bancos vendieron los Swap como un seguro cunado no lo son.
La mayoría de las resoluciones de los juicios están siendo favorables a los clientes, ya que consideran que hubo un incumplimiento del deber informativo por parte de las entidades financieras.
Aquí podéis ver algunas noticias al respecto.
En conclusión, bajo mi punto de visa nuestro swap, al igual que los warrants, son un valor complicado de manejar en lo que yo no me metería a no ser que fuese una experta en la materia. No olvidéis que si a los bancos les gusta tanto por algo será…, los swap son un poco como la ruleta, puedes ganar o perder todo de golpe, dependiendo de muchos factores, entre ellos el azar, y pretender hacerse rico de esta forma…¿no suena un poco a ludopatía?

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